“No hay mayor soledad que la de olvidar quienes somos y dónde estamos”

 

La Organización Alzheimer’s Association, (s.f.), expone que “el Alzheimer es un tipo de demencia, causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta ser tan graves que interfieren con las tareas cotidianas”. El Alzheimer no forma parte del proceso evolutivo “normal” del envejecimiento, de ahí la importancia de realizar un diagnóstico oportuno, por especialistas.

A continuación, veamos algunos mitos y realidades que nos permitirán tomar mejores decisiones respecto a la salud mental, cuidados y tratos hacia las personas que presentan este padecimiento neurodegenerativo.

 

Mito1. La enfermedad de Alzheimer se distingue por la pérdida de la memoria en los sujetos que la padecen.

Aunque, el síntoma temprano más común del Alzheimer es la dificultad para recordar información recién aprendida. La realidad es que no todas las pérdidas de memoria son causadas por Alzheimer (Alzheimer’s Association, s.f.). Con la enfermedad, también se ven afectadas otras funciones cognitivas como las alteraciones del lenguaje, el razonamiento y la planificación; así como las respuestas socioemocionales o conductuales en sus relaciones interpersonales.

Mito 2. El Alzheimer es una enfermedad curable.

“La realidad es que no tiene cura” (López, 2022, p. 4). “Resulta importante el diagnóstico temprano que permita a los pacientes realizar cambios en el estilo de vida (relacionados con los factores de riesgo) que les ayude a preservar su calidad de vida y su independencia por mayor tiempo” (Gómez-Virgilio, L. et. al, 2022, p. 245). El Alzheimer es una enfermedad progresiva que con el paso del tiempo empeora gradualmente.

Mito 3. La “demencia senil” y Alzheimer son lo mismo.

La expresión “demencia senil” es una voz popular que no responde a un diagnóstico médico. El adjetivo calificativo “senil”, de acuerdo a Cruz-Jentoft (2007), “ha perdurado porque equivocadamente se piensa que la demencia es una enfermedad obligada e inevitable del envejecimiento. La demencia está siendo una de las pocas enfermedades en las que el adjetivo “senil” se resiste a morir” (p. 279). El Alzheimer es un tipo de demencia.

Mito 4. Las personas con Alzheimer no requieren de  cuidados especiales.

La etapa de la vejez Robles (2022), citando a Salvador Cruz (2022), refiere que “es relevante realizar un acompañamiento neuropsicológico en el que se tome en cuenta la capacidad de aprendizaje, plasticidad cerebral y reserva cognitiva del paciente, para que puedan mantener un nivel aceptable de autonomía y disminuir problemas emocionales” (p. 5). La familia y su círculo social más cercano debe proveerle seguridad y confianza. Si el diagnóstico llegara a ser tardío, el grado de estrés y angustia tanto del paciente como de sus familiares podría poner en riesgo su salud mental; ya que, por la naturaleza de la enfermedad, podrían aparecer conductas disfuncionales en el paciente como huir de la casa para buscar a sus familiares, mostrarse agresivo o desconfiado al desconocer a sus amigos, familiares o cuidadores; dificultades para, hablar, tragar alimentos, caminar, etc.  

Mito 5. Si mi padre tiene Alzheimer, seguramente yo a su edad también lo padeceré.

Según el National Institute on Aging (NIH), (2023) “Es posible que haya varios factores, además de la genética, que contribuyen al desarrollo y al curso de la enfermedad. Otros elementos, como el medio ambiente y el estilo de vida (ejercicio, nutrición, tabaquismo y contaminantes) pueden influir” (párr. 4). La Fundación Pasqual Maragall (s.f.) basada en investigaciones declara que “tan solo en un 1% de los casos de Alzheimer, las causas pueden atribuirse de manera exclusiva a un factor genético o hereditario” (p.5). Se continúa investigando cuál es la causa que origina esta enfermedad, por lo pronto, hay que cuidar nuestros hábitos, necesidades básicas y estilo de vida.

Mito 6. No puede tener Alzheimer, porque recuerda perfectamente detalles de su pasado.

La Fundación Pasqual Maragall (s.f.), expone que “los recuerdos ya consolidados se ubican en otras áreas del cerebro que, al principio, están preservadas. Por esta razón, las personas con Alzheimer no recuerdan lo que han hecho recientemente, pero pueden evocar episodios de su infancia o juventud” (párr. 10).

Mito 7. Cualquier persona puede cuidar a un paciente con Alzheimer.

Cualquier enfermedad o trastorno, que presenta una persona, requiere de cuidados especiales por parte de los familiares; demanda que los cuidadores reciban acompañamiento educativo y psicológico, para conocer con mayor precisión las etapas tempranas y severas de la enfermedad o de un trastorno, con la finalidad de ejecutar acciones pertinentes o toma de decisiones que favorezcan la salud del paciente. Para el caso de los pacientes con Alzheimer, los cuidados deben atender necesidades específicas y desafíos relacionados con: sus habilidades de la comunicación, habilidades psicomotrices, habilidades socioemocionales, cambios en su personalidad, en su intimidad y sexualidad. Por lo tanto, los cuidadores deberán solicitar ayuda profesional para acompañar a su familiar con diagnóstico de Alzheimer, preferentemente, deben ser personas adultas, jamás dejarle a cargo de un menor de edad.

Mito 8. Las personas con Alzheimer no corren riesgos graves.

¡Claro que pueden correr grave peligro! Como se ha mencionado con anterioridad, las personas con Alzheimer, progresivamente irán perdiendo funciones relacionadas con su autonomía, se verán afectadas ciertas habilidades del pensamiento, de lenguaje, psicomotrices, reconocimiento sensorial, confusión, desorientación, problemas emocionales, etc. Por lo que, también irán aumentando los riesgos, por ejemplo, podría no reconocerse frente al espejo y agredir físicamente a la imagen reflejada, teniendo como consecuencias heridas de gravedad. Otro ejemplo podría ser que piense que las personas que le rodean les causarán daño y pueden mostrarse agresivas de forma verbal o físicamente y se involucre en un problema legal. Generalmente, presentan la tendencia a salirse de sus hogares o alejarse de sus cuidadores. Asegúrese que porten siempre en sus prendas una copia de su identificación personal u otros recursos de identificación, procure tener fotografías recientes con las prendas que más le gusta vestir.

Cuidemos a los adultos mayores, facilitando atenciones que puedan prevenir situaciones de riesgo. Identifícame.org cuenta con una plataforma con herramientas tecnológicas para proteger y dar seguridad a las personas con Alzheimer y sus familias, sobre todo cuando el paciente sale a espacios públicos. Mediante un colguije o pulsera portable con un código QR, gravado en acero inoxidable, que, al ser escaneado con un teléfono móvil, permite la identificación de la persona en caso de encontrarse perdida o deambulando sin un/a cuidador/a a su lado; además, proporcionará la ubicación, si la persona activa su ubicación. En nuestra plataforma, los usuarios contarán con otras herramientas como un cartel de búsqueda que podemos activar inmediatamente cuando su ser querido se haya perdido, este cartel de búsqueda es amigable a las redes sociales y fácil de compartir con todos sus conocidos. También, la plataforma nos permite activar una campaña de búsqueda ya pagada en las redes sociales para tener un mayor alcance en la zona donde se perdió con el objetivo de agilizar la rapidez en el proceso de búsqueda.

Esperamos que la plataforma de identifícame.org no solo proporcione tranquilidad a las familias, sino que también impulse la colaboración comunitaria y la solidaridad en momentos difíciles.

La etapa de la vejez también debe ser vivida con plenitud, siendo los hijos, hijas o allegados, los responsables de su bienestar; y la sociedad, una red de apoyo para las personas con Alzheimer y sus familias. Seamos una sociedad más empática y solidaria.

 

Referencias

Alzheimer’s Association (s.f.). El Alzheimer y la demencia. https://www.alz.org/alzheimer-demencia/que-es-la-enfermedad-de-alzheimer

Cruz-Jentoft, A. (2007). No diga “demencia senil”. El médico de Atención Primaria ante la demencia. Medicina de Familia. SEMERGEN, 33(6), 279-281. https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-pdf-13108195

Fundación Pasqual Maragall (s.f.). 10 mitos sobre la enfermedad de Alzheimer. https://blog.fpmaragall.org/10-mitos-sobre-la-enfermedad-de-alzheimer

Fundación Pasqual Maragall (s.f.). Claves sobre la enfermedad de Alzheimer. https://recursos.fpmaragall.org/hubfs/FPM%20-%20Proyecto%20Inbound/FPM%20-%20Ebooks/FPM%20-%20Ebook%20Claves%20alzheimer/Ebook-Claves%202023.pdf?hsCtaTracking=1faab700-760b-402a-bad3-2eaacb75ca44%7C6355c488-2753-4943-b6d3-b3d1eafec262

Gómez-Virgilio, L., Reyes-Gutiérrez, G., Silva-Lucero, M., López-Toledo, G. & Cárdenas-Aguayo, M. (2022). Etiología, factores de riesgo, tratamientos y situación actual de la enfermedad de Alzheimer en México. Gaceta Médica de México, 158, 244-251. https://www.scielo.org.mx/pdf/gmm/v158n4/0016-3813-gmm-158-4-244.pdf

López, P. (2022). El Alzheimer. Gaceta UNAM, 5 (326), p.2. https://www.gaceta.unam.mx/wp-content/uploads/2022/09/220922.pdf

National Institute on Aging (NIH), (21 de diciembre de 2023). 12 mitos sobre la enfermedad de Alzheimer. https://www.nia.nih.gov/espanol/enfermedad-alzheimer/12-mitos-sobre-enfermedad-alzheimer

Robles, D. (2022) ¿Qué hacer ante un diagnóstico que confirma este padecimiento? Gaceta UNAM, 5 (326), p.5. https://www.gaceta.unam.mx/wp-content/uploads/2022/09/220922.pdf